jueves, 19 de septiembre de 2013

Guía de cómo escribir para revistas (de juegos de rol)

Hablemos de revistas (de juegos de rol).

Estos días ha salido el número 2 de la revista Gygax Magazine, por lo que por fin he podido actualizar mi Currículum Frikae con el artículo "Dueling through the AGEs", que he tenido el placer de ver publicado en dicho número. Este artículo, del que estoy especialmente orgulloso, presenta una serie de reglas alternativas para resolver varios tipos de duelos usando el sistema AGE (el de Dragon Age).


Y tras este pequeño espacio para el autobombo vamos al tema principal que nos ocupa. Porque el caso es que la publicación de la revista antes nombrada me ha recordado un tema que tenía pendiente: escribir una entrada describiendo cómo es escribir para terceros, explicando mis razones para hacerlo y contando qué he aprendido durante el proceso. Espero que algún freelance en ciernes pueda sacar partido a este pequeño artículo, especialmente ahora que está a punto de aparecer una nueva revista sobre rol en español. ¡Y en papel nada menos!

Aviso: va a ser una entrada larga, pero creo que resultará interesante. La mayoría de lo que cuento en ella es aplicable a casi todos los trabajos freelance en el mundo del rol (y en otros ámbitos), pero está especialmente centrada en las revistas, ya que creo que son la forma ideal de empezar. ¡Vamos a ello!

Las razones

Como siempre, conviene empezar por los "por qués": ¿Por qué escribir para terceros, en este caso para una revista? Pues cada uno tendrá sus razones, pero éstas son las mías:

  • Trabajar con otros juegos: crear para un juego propio es relativamente fácil una vez has hecho el trabajo más complejo, que es crear el juego en sí. Sin embargo, construir algo dentro de los confines de un entorno ya definido presenta retos interesantes, que te hacen crecer como autor y diseñador de juegos. Tus ideas deben entrar dentro de un cuadro que ya ha sido delimitado, y al hacerlo aprendes a entender cómo piensan otros y las razones de decisiones de diseño que no te planteabas antes.
  • Ceñirme a unas limitaciones: creo firmemente que las limitaciones fomentan la creatividad. Para conseguir ceñirme a una temática y estructura concretas, o lograr dar forma a una idea dentro de un espacio limitado, tendré que salirme de mi zona de confort, y al hacerlo produciré resultados que, de otra manera, no hubieran sido posibles. Creo que algún día escribiré una entrada entera sobre este punto.
  • Escribir en inglés: no es lo mismo hablar con los nativos cuando vas de turismo a Irlanda que escribir un artículo para una revista en un idioma que no es el tuyo. Ni siquiera es lo mismo escribir en inglés un texto técnico (algo a lo que por mi trabajo estoy acostumbrado) que usando un lenguaje más natural. Quería mejorar mis habilidades en este sentido, y pensé que la mejor forma era empezar por artículos de revista, que por su propia naturaleza suelen ser cortos y concisos. Un primer paso para cosas más ambiciosas.
  • Lograr que mi nombre suene: si pretendo que mi trabajo se extienda al mundo angloparlante, algo que creo imprescindible para cualquier autor español, es necesario que mi nombre empiece a sonar a los jugadores de rol de lengua inglesa. Tener alguna obra previa en mi haber refuerza la idea de que no he salido de la nada, y el haber sido publicado en una revista con cierto prestigio ayuda a que se reciban mejor las traducciones de mis trabajos en español.
  • ¿Por qué no?: escribir para otros con un encargo en mente era una experiencia que no tenía, así que sólo por eso merecía la pena intentarlo. Quería saber si sería capaz. Si no estás constantemente poniéndote metas te estancas.
Por último, voy a nombrar otra razón más que, aunque no se cuenta entre las mías, la he visto en muchas personas:

  • Dinero: no se gana mucho escribiendo rol, pero aun así es más que lícito escribir con la remuneración en mente, aunque sea humilde. Como ejemplo os diré que en las revistas americanas, por un artículo no solicitado (es decir, cuando la iniciativa de su escritura sale del autor) se pagan unos 2 centavos de dólar por palabra.

El proceso editorial

Sí, está muy bien saber por qué hacemos las cosas, pero ¿y cómo funciona el proceso editorial?

Este punto es especialmente interesante, porque es algo que mucha gente no conoce, y además es distinto si hablamos de un autor "nuevo" y "desconocido" o alguien más "consagrado". Aquí he puesto comillas porque el ser "desconocido" o "consagrado" es algo que depende mucho de con quién estés trabajando. Por ejemplo, si yo he escrito 10 artículos para un determinado editor, para él soy un autor "consagrado"; está acostumbrado a trabajar conmigo y sabe de qué pie cojeo. Qué se me da bien y dónde están mis carencias. Por contra, si voy a trabajar con un editor con el que nunca he tenido trato, o sin ninguna referencia anterior, para ese editor yo soy "nuevo", incluso aunque me llame Monte Cook.

Por tanto, como es lógico, siempre será más fácil trabajar con gente que te conoce ya o con alguien que reciba buenas referencias de ti por parte de una tercera parte con la que ya hayas colaborado. Como en cualquier trabajo, hacer contactos es siempre una parte importante del mismo. Algo a lo que, desgraciadamente, muchos autores brillantes no prestan atención, limitando artificialmente un crecimiento profesional que podría ser mucho mayor.

Con esto no quiero decir que haya que ir por ahí haciendo evil networking (peloteo, servilismo, etc.), sino que hay que recordar que trabajamos con gente, a la que hay que tratar bien. Causar una buena impresión hoy influirá a la hora de conseguir un encargo interesante mañana. Conviene cultivar buenas relaciones con gente que nos va a ayudar a crecer, tanto personal como profesionalmente.

Pero me estoy desviando. Volvamos al proceso editorial. Para un autor "nuevo" los pasos suelen ser los siguientes:

  1. Convocatoria: la publicación o editorial para la que aspiramos a escribir hace una convocatoria. Puede estar limitada temporalmente, como un concurso de módulos, o ser algo más permanente, como la recepción de artículos en una revista. La convocatoria explicará en detalle qué tipo de trabajos se esperan recibir, así como la forma en la que desean hacerlo. Este último punto es importante: ya puedes tener el mejor material del mundo, que si no lo envías en el formato adecuado (el que piden), es posible que ni lo lean.
  2. Pitch: en muchas convocatorias, al menos en lo que a revistas se refiere, el freelancer no tiene que enviar un artículo completo, sino un breve resumen del mismo, que no debe ocupar nunca más de media página y contendrá los puntos más importantes del material que se quiere escribir. A saber: número de palabras estimado, tema, lector objetivo, juego para el que se proporcionarán reglas, etc. Este pequeño resumen recibe el nombre de "pitch" en inglés (aunque a veces también se le llama "cover page" o "cover letter"), y es con el que tenemos que enganchar al editor. Si le gusta, nos pedirá que escribamos el artículo en cuestión. Y si no, al menos sabremos que no es un material atractivo para su publicación antes de invertir tiempo en escribirlo.
  3. Escritura del artículo: ahora llega la parte más difícil, la escritura del artículo en sí. Es importante tener en la cabeza que la aceptación del pitch por parte del editor no implica en absoluto la aceptación del artículo. Que acepten el pitch sólo significa que reconocen que tienes una buena idea, no que seas capaz de darle forma. Cuando escribamos el artículo tenemos que tener siempre presentes dos cosas: la fecha de entrega y los compromisos adquiridos durante el pitch. Si hemos dicho que al artículo estará listo para el día X, tendrá en torno a Y palabras e irá sobre el tema Z, no podremos bajo ningún concepto salirnos de esos parámetros. De hacerlo estaríamos entregando algo distinto a lo que nos han pedido y que, por consiguiente, probablemente rechacen. Esto que digo parece de perogrullo, pero es más difícil de lo que uno pensaría en primer lugar.
  4. Entrega: una vez entregado el artículo toca esperar. Es muy normal que los artículos se reciban con muchos meses (incluso más de un año) de adelanto a su publicación. También es típico que el editor tarde varios meses en decidir si el artículo va a ser publicado o no. Hay que tener paciencia y no estresarse. Ya llegará la respuesta y, si se sospecha que se han olvidado de uno o se ha perdido un email, siempre hay que preguntar con educación.
  5. Firma de contrato: una vez el artículo ha sido aceptado, pero antes de su publicación, hay que firmar siempre un contrato. No dejéis de hacerlo. De lo contrario no tendréis ninguna defensa legal en caso de que haya problemas. El contrato suele especificar qué cobraréis y, casi tan importante, cuándo, así como los derechos de reproducción del material. A veces revierten al autor pasado un tiempo y a veces no.
  6. Publicación: de nuevo toca esperar. A veces uno se entera de la salida de un artículo que ha escrito porque le llega la revista a casa (si el contrato incluía en la remuneración una copia de cortesía), o porque lee sobre ello en Internet. Esto es lo normal, no es habitual que un editor ande avisando a sus colaboradores de que ha salido a la venta el material (aunque a veces pasa). Sin embargo, sí se suele estar avisado de la fecha tentativa de publicación, aunque es muy habitual que se produzcan retrasos.
Como comenté antes, para autores "consagrados" este proceso suele ser ligeramente distinto. Los puntos 3 a 6 son iguales, pero los 1 y 2 suelen variar. Habrá ocasiones en las que será el editor el que proponga un posible encargo al autor, mientras que en otras el autor se saltaré el proceso habitual de convocatoria para hacer directamente una propuesta al editor. Incluso es factible que esta propuesta se haga de manera más informal, y no necesariamente a través de un pitch estandarizado.

Sea como fuere, si nos encontramos en esta situación es porque ya tenemos experiencia trabajando con nuestro editor, por lo que ya sabremos más que de sobra cómo tratar con dicha persona.


Consejos varios

Si todo esto que te he contado te ha animado, el proceso editorial de una revista te parece interesante, y decides que vas a probar suerte escribiendo para otros, hay unas cuantas cosas más que deberías saber. Una serie de consejos que deberías tener presente para aumentar tus posibilidades de éxito y encontrarte lo más cómodo posible con lo que estás haciendo:

  • Tu trabajo no es tuyo: lo más importante para ser un freelance feliz es acostumbrarse a que tu trabajo no es tuyo, es de otros. Es posible que no conserves los derechos sobre el mismo una vez sea aceptado, que el revisor haga algún cambio que no te guste, o incluso que el editor quite algún párrafo o añada un par de frases. Y todo ello sin preguntar. Al principio uno se molesta por estas cosas, pero luego te acabas acostumbrando. Es lógico; te han pagado (esperemos) por hacer un trabajo y lo has hecho. Así funcionan las cosas. Qué hagan luego con él escapa a tu control. Con el tiempo aprenderás a apreciar a los pocos editores que te piden tu opinión, la respetan, e incluso te permiten conservar parte de los derechos de tus creaciones.
  • Ten en cuenta para quién escribes: esto parece una tontería, pero no lo es. Ten siempre al objetivo de tu trabajo en mente, e intenta apuntar a aquello que sabes que le va a interesar. Si la revista del mes para el que escribes tiene un tema concreto (dragones, tecnología, magia, etc.), intenta que tu artículo encaje en él. Si tu editor sabe que ciertos juegos o ambientaciones son más populares, trata de escribir sobre ellos. No se trata tampoco de coartar tu creatividad, o de que escribas sobre algo que te disgusta, sino de ceñirte lo máximo posible a la publicación para la que creas. Si lo que de verdad te apetece contar no tiene cabida en donde escribes, lo mejor es que pruebes en algún otro sitio que se ajuste más a tus intereses.
  • Usa siempre tus mejores ideas: no te guardes nada. Da siempre lo mejor de ti, sin guardarte esa idea genial para "otra ocasión". Si de verdad eres creativo se te ocurrirán cosas nuevas constantemente, y no tiene sentido que no pongas toda la carne en el asador desde el primer momento. Las ideas engendran ideas, y nunca sabes si tendrás de verdad esa "otra ocasión".
  • Entrega a tiempo: el mejor artículo del mundo entregado tarde nunca será publicado. Es más, si no respetas tus fechas de entrega es probable que no vuelvan a confiar en ti. Si es inevitable que te retrases, avisa. Que no tengan que ir detrás tuya persiguiéndote.
  • Empieza por lo fácil: que tu primer artículo no sea una aventura de 16 páginas con enorme complejidad argumental y un mapa de 100 pisos. Empieza por lo pequeño y ve creciendo. Sé ambicioso y ten metas, pero que no sean demasiado lejanas. Entiende que no puedes saltarte escalones, y que para correr un maratón antes hay que haber entrenado. De la misma forma, no te frustres si te rechazan algún artículo. Aprende de tus errores y encuentra tus virtudes.
  • Aprovéchate de tus amigos: que para eso están. Engáñales para que revisen el texto de tus artículos, y te den su opinión sobre ellos. Esto es especialmente importante si escribes (como es mi caso), en un idioma que no es el tuyo. Ya les compensarás en otro momento invitándoles a un combate de kickboxing o a ver la Super Bowl en tu sofá.
  • Disfruta: el secreto para no quemarse es disfrutar de lo que se hace. Busca el lado bueno en todo lo que hagas, encuentra la felicidad en lo inesperado, y sé consciente del mundo que se abre ante ti y las buenas personas que podrás conocer gracias a tu esfuerzo. Un ejemplo personal: el otro día recibí de un editor un precioso póster de tela tamaño gigante con el dibujo de un juego para el que he colaborado. Es una tontería, pero que tuviera el detalle de enviármelo, sabiendo que no era necesario hacerlo, y considerando lo que cuestan los gastos de envío de algo tan voluminoso desde EEUU a España, me dio una enorme alegría.

Y como creo que ya va siendo hora de terminar voy a dejarlo aquí. Para cualquier otra pregunta sobre este tema, abajo están los comentarios. ;) Espero que esta entrada, al igual que la anterior sobre el crowdfunding, haya resultado útil.